Construyendo el nuevo orden
Escrito por Pablo González y Pedro Nonay, tratando de entender como se construirá el nuevo mundo.
Nota 1
Ha llegado el momento
20 abril 2023
Comienzo aquí otra nueva serie de notas. A los nuevos lectores les digo que lo llamo “serie de notas” porque no utilizo el concepto de artículos (sin un hilo común entre ellos), ni el de libro, que requiere tener el índice claro desde el principio y el libro terminado antes de publicarlo. Lo que hago es escribir una nota, divulgarla a mis lectores, y escribir la siguiente en base a las opiniones recibidas y a mis estudios. Es decir, se trata de algo parecido a un libro colectivo e improvisado, con hilo entre las notas, pero sin guion. Reconozco que la fórmula me está gustando, … y me ayuda a pensar.
En este caso, he decidido ponerle a esta serie el título común de “Construyendo el nuevo orden”. Eso es porque en las series anteriores he llegado a la conclusión de que la estructura de funcionamiento del mundo que veníamos utilizando (o sufriendo, o simplemente viviendo) se ha agotado. Hoy se puede decir que no se ha muerto todavía, pero que está en la habitación de cuidados paliativos, esperando el momento. Y la nueva, aún sin diseñar en sus detalles, está a punto de salir a escena.
No aspiro a dar consejos a los que tienen que diseñar ese nuevo mundo. En realidad me gustaría, pero sé que no tengo, ni de lejos, esa capacidad de influencia.
Pero sí aspiro a intentar conocer lo antes posible lo que van a hacer. Si lo consigo, tomaré mejores decisiones para mi adaptación personal a los nuevos tiempos. Y las compartiré con los lectores para intentar que a ellos también les sea de utilidad.
La miopía.
Pedro me ha sugerido un símil muy descriptivo para esto de intentar adivinar el futuro.
Dice que los miopes ven mal de lejos, pero bien de cerca. Sostiene que, en cuanto a la adaptación al nuevo orden mundial, la mayoría de la población es miope. Identifican bien el corto plazo, basado en las viejas reglas, pero ven muy borroso el largo plazo, por desconocimiento de las nuevas reglas (o por su negación a aceptarlas).
Creo que hay mucho de eso, y voy a intentar encontrar las gafas con la graduación adecuada durante estas nuevas notas.
Hago el comentario personal, de que, en cuanto a visión ocular, yo he sido siempre hipermétrope, que es lo contrario a miope (lo que vemos mal es lo cercano). Me hace gracia pensar en el símil de Pedro bajo esta óptica (nunca mejor dicho). Tal vez sea cierto que me he pasado la vida viviendo el futuro en lugar del presente. Pero eso es una cosa para el psicoanálisis, además de muy personal. Le daré vueltas al asunto, sin ser cuestión de estas notas.
Gambia.
Como, al terminar la nota 12 de la serie “Guerra – segunda fase” llegué a la conclusión de que el mundo iba a cambiar casi ya, y noté que yo todavía vivía con las reglas del viejo mundo, … decidí que me venía bien hacer un parón para pensar. Y que tenía que hacerlo en un lugar que funcionara con otras reglas (aunque también sean antiguas, el hecho de ser distintas ayuda a pensar). El caso es que coincidió que estaba con un amigo muy introducido en Gambia (gracias, Manuel) y allí me fui. El objetivo no era turismo, sino alejarme de lo convencional para facilitar el pensamiento distinto. Puedo decir que creo que he conseguido el objetivo (además de pasar un buen rato).
Bretton Woods y Yalta.
La forma en que nació el orden que ahora acaba, al menos en lo financiero, se definió en la conferencia de Bretton Woods, que se desarrolló en julio de 1944.
En cuanto a las políticas de bloques de países, el orden se definió en la Conferencia de Yalta, que se desarrolló en febrero de 1945.
Es muy significativo darse cuenta de que, en ambas fechas, aún no había terminado WWII, que terminó en Alemania el 8 de mayo de 1945, y en Japón el 14 de agosto del mismo año. Pero ya se veía tan claro su final, que se pusieron todos a definir el futuro.
Algo parecido ocurre ahora, aunque no están todavía convocadas las correspondientes conferencias.
Respecto a lo del nuevo Bretton Woods, hay un artículo con muchos datos y análisis histórico aquí. Me gusta cómo define la situación actual, diciendo que hemos pasado de la economía financiarizada a una de “asset manager society” (empresa gestora de activos), con la que los altos financieros son los dueños de todo: de nuestras casas, de las oficinas en las que trabajamos, de las compañías energéticas que las alimentan, e incluso de los hospitales en los que morimos. Lo llama “neofeudalismo”, y hace la irónica broma de que es, eso sí, “diverso e inclusivo”. Al final, llega a la conclusión de que va a ser necesario romper acuerdos vigentes (de todo tipo), y que no se sabe si eso lo hará con mayor éxito China u Occidente.
Las características del nuevo orden.
He hablado mucho de eso en las notas anteriores. No me parece lógico hacer aquí un corta-pega total de lo que allí dije. Eso sí, para quien quiera refrescar la memoria, le sugiero releer la nota 7 de mi última serie, donde intenté hacer un resumen en base a mis conclusiones de las notas previas.
Para quien tenga menos tiempo (o ganas) extracto aquí las ideas fundamentales de lo dicho en aquella nota:
- “… doy por hecho que la Guerra va a terminar, relativamente pronto, en una paz provisional y chapucera, algo que llamarán cese el fuego, o guerra de baja intensidad”.
- “Lo cierto es que Ucrania se tendrá que rendir en cuanto USA le retire el apoyo (que está a punto de ocurrir), y Rusia hará lo que diga China (que busca la paz)”.
- “Tras esa paz, el mundo se va a dividir en dos bloques de países, no incomunicados del todo, pero camino de ello. … convivirán esos mundos. Occidente agonizando y China creciendo”.
- “Como los poderes están equilibrados, y como China no tiene prisa, lo normal es que el cambio sea lento, sin gran Guerra. China aceptará el equilibrio mientras tanto, antes de buscar su hegemonía total. Dejará que Occidente se asfixie poco a poco”.
- “Las clases medias de Occidente bajarán de calidad de vida, mientras que las clases bajas del mundo cercano a China pasarán a ser clases medio-bajas”
- “Eso significa que el orden social en Occidente estará muy alterado, por el enfado de su población perdiendo calidad de vida, mientras que ocurrirá lo contrario en el otro bloque”.
- “Mientras tanto, Europa quedará completamente sin poder, e irrelevante en las grandes decisiones geopolíticas”.
- “La economía “financiarizada” se acabará. El dólar, los bancos, y las estructuras financieras van a perder mucho poder”.
- “Volveremos a dar el poder a los que controlan la producción, que no serán los fabricantes, sino los que tienen los datos para saber lo que hay que vender, y para convencer a los compradores. Es decir, las empresas tecnológicas”.
Eso sí, lo anterior es lo que pensaba en esos momentos, con la evolución de los acontecimientos disponible. Por supuesto, nuevos acontecimientos pueden modificar un poco el resultado. Eso es lo que intentaremos observar a lo largo de esta nueva serie de notas.
Asuntos a profundizar.
Por ser esta la primera nota de una nueva serie, no haré mi habitual apartado de “noticias relevantes desde la última nota”.
Lo que voy a hacer es enunciar los asuntos que me parece que van a importar en la definición del nuevo orden, y sobre los que he leído cosas que me han interesado. En siguientes notas intentaré profundizar sobre ellos. Eso sí, dependiendo de las nuevas noticias y de los comentarios de los lectores, que ya he dicho que es la forma que tengo de escribir este “libro sin índice previo”.
Son los siguientes:
- Relaciones China – USA.
Thomas Friedman (ojo, que es una persona de referencia en analizar tendencias globales, que ya acertó con su libro «la tierra es plana» ha escrito un buen artículo en el New York Times (aquí).
Viene a decir que el problema central es que se ha perdido la confianza entre ambos países, y que eso es un problema grande.
Dice que la teoría de que China va a colapsar económicamente y USA mantendrá su “imperio” es una fantasía. También le parece falso lo de que Europa va a seguir continuamente las instrucciones de USA en cuanto a la relación con China.
Se centra mucho en demostrar que una cosa era la China de antes, que producía bienes baratos, y otra es la actual, que tiene incluso mejor tecnología que USA en muchos nichos.
También dice que le han dicho que Xi le dijo a Biden que “no piensa ser el presidente que perdió Taiwan, que si le fuerzan con eso, habrá guerra. Que está jugando con fuego”.
- Guerra por Taiwan.
Se habla mucho de esa posibilidad. Yo pienso que, si China quisiera hacerlo, el momento actual es adecuado, ya que Occidente se está quedando sin armamento por la Guerra de Ucrania, y sin fuerza económica por la crisis. Aunque también pienso que, si China no tiene prisa (que parece que es el caso), le conviene esperar un poco más, para que se alargue la Guerra de Ucrania y se estropeen más las reservas de armamento de Occidente y su capacidad económica.
He visto un artículo sensacionalista, pero fundamentado aquí. Basa mucho sus argumentos en las opiniones del senador Mike Gallaguer. Entre otras cosas, dice que Xi está pensando en invadir Taiwan en 2027 (no sé de dónde saca la fecha).
- Inflación.
Todos hemos visto mil noticias sobre la inflación. Lo suelen resumir en una cifra por país, lo que es un error, porque distintos artículos tienen distinta inflación, y no afecta igual a quien consume de una manera que a quien lo hace de otra, ni a distintas clases sociales.
El propio concepto de inflación está anticuado en su enfoque, y hace perder el foco en lo que de verdad está ocurriendo.
Me ha gustado mucho el artículo de Zerohedge sobre Bill Holter (se puede ver aquí).
Entre otras cosas interesantes, dice:
- “Tendremos inflación en las cosas que necesitamos, y deflación en las cosas que poseemos”. Me parece un enfoque genial que da mucho que pensar.
- Piensa que el dólar va a perder el 50 % de su poder adquisitivo; y que va a perder su capacidad de ser aceptado como medio de pago en el resto del mundo.
- Y que el oro va a “romper” a la Fed, lo que piensa que va a ser un evento repentino.
- “Tendremos inflación en las cosas que necesitamos, y deflación en las cosas que poseemos”. Me parece un enfoque genial que da mucho que pensar.
- Oro.
Es claro que está subiendo de precio. Asunto muy relacionado con la inflación y con la pérdida de confianza en el dólar.
Los de Visualcapitalist nos dan un gráfico muy interesante aquí.
Se puede ver que hace poco que los bancos centrales son grandes compradores de oro, cuando antes eran vendedores. Relevante ver que los bancos centrales de China y Rusia suman más del 50 % de la cantidad comprada. Es fácil deducir que les gusta más que el dólar, sobre todo tras las sanciones a Rusia por la Guerra en cuanto a reservas en otros bancos centrales.
Levi Borba publica un buen artículo sobre el oro en Medium (aquí). Viene a decir que históricamente el oro es el 30 % de la masa monetaria, y que ahora está por debajo del 5 %. Su conclusión es que muy pronto el oro subirá mucho (o las monedas perderán valor, que es lo mismo).
Es muy significativo el gráfico en el que compara las distintas monedas de reserva desde 1250.
- La estabilidad de los bancos.
Tras la última reciente quiebra bancaria, que fue la de Credit Suisse, llevamos unos días de calma tensa.
Los medios intentan lanzar el mensaje de que todo está controlado y arreglado. Que hay solvencia.
Lo cierto es que, ni la hay, ni la puede haber. El sistema está muerto, pero intentan evitar el pánico por la vía de manipular la opinión pública.
He dicho arriba que aquí estoy, tan solo, enunciando los temas. Que profundizaré en siguientes notas. Así que, los detalles los veremos más adelante, pero describo a continuación los puntos básicos del problema bancario.
El caso es que, por definición, cualquier banco quiebra si sufre una retirada grande y repentina de depósitos. Eso es porque el dinero que tienen (y el que crean) lo tienen por depósitos de los clientes a corto plazo, y los bancos lo invierten a largo plazo. Si sufren retiradas de depósitos, no pueden compensarlas rápidamente con cancelación de inversiones que tienen hechas a largo plazo, o de créditos concedidos. En ese caso, los balances se complican mucho, máxime recordando que los bancos hacen eso con unos fondos propios muy pequeños comparados con el dinero que mueven. Es decir, cualquier pérdida les destroza esos fondos propios y les pone en situación de quiebra.
Lo cierto es que las inversiones que tienen los bancos, aparte de los créditos concedidos, están muy centradas en deuda pública. Y esa deuda, con las subidas de tipos de interés, hay que venderla a pérdidas si necesitas venderla antes del vencimiento, que es lo que necesitan hacer los bancos frente a retiradas de depósitos.
Por esa razón, ante la inflación, que no se va a corregir, y la subida de tipos, que no van a bajar pronto, la situación de casi toda la banca es de quiebra inminente (si tienen retirada de fondos, que no en otro caso). Por lo mismo, lo que están haciendo es invertir mucho en marketing para intentar transmitir tranquilidad. … Veremos hasta cuándo lo consiguen.
Por otra parte, lo que he dicho arriba es el problema del corto plazo. El del largo plazo es que los cambios tecnológicos hacen ineficiente la banca convencional. Su función de conectar ahorradores con demandantes de crédito la pueden hacer hoy mucho mejor los que controlan los datos (las tecnológicas). En esto, es muy significativa la reciente notica de Apple creando algo parecido a cuentas corrientes remuneradas al 4 % (noticia aquí, y en otros muchos sitios).
La quiebra total del sistema financiero sería un desastre. Su continuidad tal como está es casi imposible. La solución es que les compre (o sustituya) un nuevo operador. Tiene la pinta de que serán las tecnológicas.
- El “fichaje” de países para cada bloque.
En la situación en que nos encontramos, la de crear un mundo de dos bloques de países con muy poca relación entre ellos, hay muchos países aún no definidos en cuanto a qué bloque pertenecerán.
Va a haber una especie de subasta por los líderes de los bloques para convencerles de que se vayan con ellos. Sobre todo, si tienen materias primas relevantes.
- La rigidez del nuevo telón de acero.
Está por definirse el grado de conexión comercial que habrá entre los futuros bloques de países.
Si es más estricto, o menos, influirá mucho en la capacidad de organización económica de cada bloque.
Este asunto es muy importante. Lo investigaré en la medida en que pueda, y lo compartiré. Avanzo que creo que la rigidez será grande, porque van a tener economías tan distintas que los precios de intercambio entre ellos serían del estilo de “dumping”, por lo que se intercambiarán lo imprescindible.
- La policía de los mares.
En el mundo que se acaba, USA ejercía esa labor, más o menos.
Ahora, eso no va a ser aceptado globalmente. Sin embargo, hace más falta que nunca que esa función la desempeñe alguien.
Hace falta porque con las nuevas tecnologías es muy fácil que “los malos” sepan dónde está cada barco, y que sepan si les interesa atacar por causa de su contenido. Antes, era más difícil que se encontraran (casi casualidad), y lo de que el contenido les gustara era una lotería. Aunque está claro que si se transportaba algo era porque tenía algún interés.
El caso es que el transporte marítimo mueve el 90 % del comercio mundial (noticia aquí). Y eso no puede estar desprotegido.
Tal vez una solución sea crear una agencia global para eso. Una especie de cascos azules de la ONU para vigilar los mares. Con aceptación de sus reglas por los dos grandes bloques de países que se están formando.
- La autarquía de bloques.
Parece que ese va a ser el sistema durante la época transitoria, antes de la Singularidad de la que hablo abajo.
Si hay autarquía de bloques, hace falta organizarse para que haya todos los suministros necesarios en cada bloque. Esto afecta a la minería, la energía, la agricultura, el cambio climático, la disponibilidad de agua, …
Y, como no va a ser nada fácil que todo cuadre bien dentro de cada bloque, habrá que facilitar algún intercambio entre bloques, o aceptar sufrimiento donde falte algo; además de invertir en investigación para suplir esas carencias con nuevas técnicas.
- Recalculando ruta.
Lo cierto es que está casi claro hacia dónde va el mundo. Lo hemos resumido arriba y comentado en notas anteriores.
Pero no está nada claro cómo llegaremos a ese punto. Cuál será la ruta mas adecuada y menos dolorosa.
Mi amiga Eva dice que se puede hacer un símil con la forma en que funcionan los GPS, los cuales, cuando nos equivocamos de ruta, ponen el mensaje de: “recalculando ruta”, y pronto nos dan la nueva alternativa.
Es posible que, en este cambio del mundo, haya que recalcular ruta en muchas ocasiones.
Singularidad.
Este es otro asunto que sólo quiero enunciar hoy, pero es tan importante que le doy epígrafe propio.
En matemáticas, se llama el punto de singularidad a aquel en que acaba la validez (la curva) de una ecuación, y comienza la de otra. En sociología se está empezando a hablar de que estamos en un punto de esos, de cambio total de reglas.
Hay quien dice que eso ocurrirá con la inteligencia artificial, cuando esas inteligencias sustituyan el trabajo humano (incluso el trabajo intelectual). Podría ser, y ese momento no está tan distante.
Yo creo que puede darse incluso antes. Me parece que el sistema en el que vivimos hace algo más de doscientos años, que es el derivado de la revolución industrial, se ha quedado obsoleto ya (sin necesitar esperar al éxito de la inteligencia artificial).
Hoy estamos en la siguiente revolución, que es la tecnológica, la del conocimiento (las mil consecuencias de la existencia de Internet).
Y, las estructuras sociales de la revolución industrial no funcionan con la revolución tecnológica. Habrá que cambiar casi todo.
De este asunto vengo tratando desde mis primeros escritos. Ya en la nota1 de “Pensando 2020” hable de Internet como la causa profunda de todos los cambios.
Por ejemplo, el mismo concepto de democracia tal como la utilizamos hoy, es algo que funcionó tras la revolución industrial. No es casualidad que la independencia americana y la revolución francesa fueran muy poco posteriores a los inicios de la invención de la máquina de vapor, que se considera el inicio de la revolución industrial. Y la democracia se demostró como eficaz para esa época industrial.
Antes de aquel momento, estábamos en el feudalismo, que unos países abandonaron pronto y otros más tarde. En ese sistema, la democracia no podía funcionar.
Ahora comenzarán nuevos sistemas, que probablemente pongan en cuestión la eficacia de las democracias, e incluso las de la existencia del concepto país que conocemos.
Más adelante profundizaré en ello, pero avanzo que creo que viviremos una etapa transitoria, en la que se organizará la muerte lenta del viejo orden, y el igualmente nacimiento lento del nuevo. En realidad, nada muy distinto de lo que ocurrió tras la revolución industrial. No se acabó el feudalismo inmediatamente en todas partes, incluso convivía con los nuevos tiempos en los lugares más avanzados. De hecho, George Washington era exponente de la sociedad semi-feudal de grandes plantaciones americanas.
Y, en esa época transitoria que ahora nos toca, sin estar bien definido el nuevo mundo, pero sin ser aplicables las reglas del antiguo, creo que serán tiempos para los “aventureros”, que vivirán sin reglas claras y definirán las nuevas, con poca atención a la opinión de la gente. Porque, si la gente no sabe a dónde vamos, su consejo no merece la pena ser atendido.
Cuando hayamos llegado a donde sea, sí hará falta ese consejo, pero no en el camino. Por ejemplo, si Colón hubiese aplicado la democracia dentro de sus barcos, se habrían dado la vuelta, y no habrían llegado al Nuevo Mundo.
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Como he dicho arriba, todo lo que hoy he expuesto no son mas que enunciaciones de asuntos sobre los que pienso profundizar a lo largo de siguientes notas. A ver qué consigo deducir en cada caso, …
Hasta aquí llego por hoy.
Como siempre, agradezco comentarios en mi email pgonzalez@ie3.org