Construyendo el nuevo orden
Escrito por Pablo González y Pedro Nonay, tratando de entender como se construirá el nuevo mundo.
Nota 12
Discurso de Xi Jinping.
Se inician los nuevos tiempos.
20 noviembre 2023
Ya sabéis que intento hacer cada nota independiente de la anterior, pero que tengo un hilo común: busco deducir cómo se va a organizar el nuevo orden mundial tras todo lo que está pasando.
Mi selección de contexto nuevo.
Desde hace tiempo, comienzo todas mis notas con este epígrafe de “contexto nuevo” en el que resumo lo ocurrido desde la nota anterior que puede afectar a la evolución del nuevo orden. Esta vez mi selección es la siguiente:
- Lo más relevante, con mucho, es el resultado de la visita de Xi Jinping a San Francisco (USA) con la excusa de la reunión de APEC (el foro de cooperación económica Asia Pacífico) el pasado 15 de noviembre. Es tan relevante que lo comentaré un poco más abajo, en el cuerpo de la nota. Eso sí, avanzo que creo que esto puede ser el comienzo de una nueva época, tal vez pacífica y feliz.
Otras noticias de cambios en el contexto son:
- Barack Obama ha escrito un artículo sobre la GUERRA de Israel. Lo que dice no es ninguna innovación. Hace equilibrios diplomáticos para decir que apoya a Israel en su derecho a defenderse, pero que no cree que se deba hacer por el camino de masacrar a palestinos inocentes. Es decir, se trata de un aviso a Israel para que no se extralimite. en su reacción ante los atentados. Lo importante no es el contenido, en el que es probable que esté de acuerdo mucha gente. Lo importante es que lo diga Obama (artículo aquí). Yo lo traduzco al idioma no diplomático como: “Israel, tienes razón, y te queremos mucho, pero, por favor, no nos hagas enfadarnos con nuestros proveedores de petróleo”.
- Ha dimitido Antonio Costa (el primer ministro portugués). Lo ha hecho por su posible implicación en un caso de corrupción que no se ha demostrado todavía. Como español, me llama la atención que alguien tenga la decencia de dimitir antes de demostrarse su culpabilidad. Eso habla muy bien de la persona, que no quiere hacer daño a su país defendiéndose (aunque tal vez sea una forma elegante de minimizar sus daños sabiéndose afectado).
Lo que quiero resaltar no es su bondad, o su culpabilidad, sino el caso de que la acusación se basa en las autorizaciones para unas minas de litio y unas explotaciones de hidrógeno verde. Es decir, que las necesarias inversiones en materias primas para el cambio de modelo energético llegan al punto de cambiar gobiernos (noticia aquí).
- USA ha levantado algunas sanciones a Venezuela. En concreto, las relativas al petróleo, el gas y el oro. Lo ha hecho basado en la excusa de que Venezuela ha aceptado “mejorar el acceso de la oposición a las elecciones”. Yo creo que está más relacionado con la necesidad de Occidente de reorganizar sus suministros de materias primas, y, si para eso necesita “perdonar” a un enemigo clásico, lo hace (noticia aquí).
- También está discutiéndose el acuerdo firmado entre Qatar y Alemania para el suministro de gas. Es lo mismo de las necesidades energéticas. Alemania necesita el gas, pero Qatar financia a Hamas. Parece que las necesidades son más importantes que las ideas, … (noticia aquí).
- Relacionado con el asunto de las materias primas y los países a “fichar” para cada bloque, está lo de las elecciones en Argentina. No hay que olvidar que allí se encuentran unas de las mayores reservas de litio, y que la Argentina de Massa quiere continuar con los acuerdos con China para esas reservas. Eso (y otras muchas cosas) se tratan en este artículo, donde se viene a dejar claro que los intentos de Occidente para organizar el acceso a las materias primas necesarias para el cambio de modelo energético van muy retrasados con respecto a los de China.
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Ha comenzado el nuevo orden mundial.
El 15 de noviembre, en el marco de la cumbre de APEC, se ha celebrado una cena en San Francisco en la que ha hablado Xi Jinping, tras la introducción de altos funcionarios de USA.
Considero importantísimo lo allí dicho, que se puede ver en este video (largo y en inglés, pero muy recomendable). Para quien no tenga tiempo de verlo entero, le sugiero ver la parte entre los minutos 32 a 36. Allí, Xi Jinping propone el inicio de una nueva época.
Por cierto, uno de los que hablan introduciendo a Xi Jinping es Evan G. Greenberg, quien, además de ser Chairman de US-ASEAN Business Council (que es en el nombre de quien habla) es CEO de la compañía suiza Chubb Limited, que es una muy grande empresa de seguros. En su discurso, Greenberg apoya la nueva relación de cooperación pacífica entre USA y China. Dedicándose a los seguros, es lógico que vea esa cooperación especialmente interesante.
Mi intento de resumir esos discursos se centra en que USA ha renunciado a ser el poder hegemónico mundial (lo reconocen los funcionarios que introducen a Xi Jinping), y acepta compartir con China el control del mundo. Y, Xi Jinping reconoce que no pide más que eso. Compartir es la palabra clave. Xi dice que el mundo es suficientemente grande como para albergar a dos superpotencias.
Hablan de buscar la cooperación y la convivencia de sociedades distintas, sabiendo que ninguna de las partes puede imponer su modelo a la otra. Tampoco quieren aislarse del todo una parte de la otra. Reconocen que se necesitan (al menos por ahora). De hecho, China ya había avanzado sus intenciones, como se puede ver aquí, y aquí. Y como quedó claro en la declaración de la cumbre de los países BRICS de la que traté en la nota 10.
Esto lo resume muy bien Ray Dalio aquí (fue uno de los asistentes a la cena). Hace una mención muy interesante al cambio de objetivos, que él resume en aplicar la estrategia “derisk” (minimizar riesgos) en lugar de la estrategia “decoupling” (incomunicación de los bloques, como el telón de acero).
Además de ese discurso en la cena, Xi y Biden tuvieron un encuentro en privado. Tras él, ambos hicieron declaraciones muy significativas. En concreto, Biden dijo: “Los retos mundiales críticos … exigen un liderazgo conjunto” (lo que lleva implícita la renuncia de USA a ser el poder hegemónico mundial). Y Xi dijo que se comprometía a “una relación, estable, saludable, y sostenible con los Estados Unidos” (noticia aquí).
La pena es que poco después Biden ha “metido la pata” en una poco diplomática forma de llamar directamente dictador a su invitado (puede que lo sea, pero no hay que insultar cuando es tu invitado y te está proponiendo un acuerdo que te interesa). Lo cuentan aquí, con bastante ironía, dado que Zerohedge es bastante contrario a Biden. Esperemos que China “perdone” el error de ese abuelito al que se le ha ido la lengua (¿o, no era error y querían mantener la tensión? Eso es algo que trataré más abajo).
Si fuese verdad que ambos poderes aceptan ese nuevo orden mundial, bastaría con comenzar los acuerdos para reformar los organismos globales (ONU, Banco Mundial, …) de forma que se reconociese el peso de los países BRICS+ (el nuevo Breton Woods). Con eso podría comenzar una nueva era en la que hubiese cooperación pacífica entre los bloques, y algo de comercio entre ellos. Ese comercio podría estar vigente durante un tiempo. El que necesitasen hasta que cada uno de los bloques pueda reorganizar sus recursos sin necesitar al otro (que pienso que es el resultado final). Mientras tanto, Occidente puede tener acceso a las materias primas controladas por China y sus amigos, y China puede seguir vendiendo a Occidente hasta que su consumo interno sea suficientemente potente. Además, China y USA juntos pueden forzar al fin de las guerras en Ucrania e Israel. Ojalá sea así.
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Inflación, tipos de interés, y miedo.
Aunque a primera vista parezca que este asunto no está relacionado con el discurso de Xi Jinping arriba comentado, sí lo está, y mucho, como quedará claro más abajo. Es por eso que lo he incluido en esta nota.
En notas anteriores he tratado los problemas que está generando la inflación en Occidente. También los problemas que las subidas de tipos, para intentar controlar la inflación, están generando en los balances de los bancos, así como en la sostenibilidad de la deuda de los países.
El caso es que los riesgos derivados de la nueva GUERRA de Israel, y el miedo a que eso nos lleve a WWIII, pueden tener la consecuencia positiva de colaborar en arreglar la inflación sin necesitar más subidas de tipos de interés.
Esto es así porque, como se sabe, la inflación aparece cuando hay más demanda que oferta. Y, … la demanda es consumo.
Lo cierto es que la inestabilidad mundial hace que el consumo se retraiga. Nadie compra un coche nuevo si piensa que mañana le van a despedir del trabajo. Mucho menos si piensa que va a comenzar una guerra mundial. Y esto es extrapolable a otras muchas decisiones, incluidas las de inversión en crecimiento de las empresas.
Si el miedo a la guerra recorta la demanda, no habrá inflación sin necesidad de subir los tipos de interés, lo que sería muy deseable para Occidente. Eso sí, si el miedo desaparece, también desaparecerán sus efectos.
Juntando este razonamiento con lo expuesto en el punto anterior de la oferta de cooperación de Xi Jinping, llegamos a la conclusión de que al mundo le conviene ir por el camino ofrecido por Xi para alcanzar la estabilidad mundial, pero también es recomendable para la economía de Occidente dejar que el miedo siga existiendo lo más posible, para controlar la inflación.
Es decir, que una respuesta lógica de Occidente (aunque un poco maquiavélica) a la propuesta de Xi Jinping sería la de dar su conformidad al acuerdo, y avanzar en esa dirección, pero manteniendo la tensión un tiempo. Creo que es lo que van a hacer. Tal vez por eso se ha difundido poco en los medios habituales el discurso de Xi Jinping, pese a su gran importancia, mientras que se habla mucho de la GUERRA de Israel.
También puede estar relacionado con esa estrategia lo que se ha contado como un “despiste” de Biden al llamar dictador a Xi Jinping mientras estaba aún de visita en USA. Tal vez no era despiste, sino algo premeditado. Sería una forma de incomodar un poco las ganas de China de cerrar el acuerdo, sin obstaculizarlo del todo al poder enmarcarlo como un “despiste senil”.
La inflación importa mucho en Occidente. La paz mundial importa más. Por ahora van a intentar compatibilizar los objetivos. Si llega el momento en que tengan que elegir, esperemos que escojan la paz.
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Autocita.
Pensando en todo lo que está ocurriendo, y revisando mis notas antiguas, me he encontrado con algo que escribí el 28 de abril de 2020 en la nota 7 de “Pensando 2020”. Está tan relacionado con lo actual que no me resisto a extractar lo siguiente:
- Geopolítica.
USA perderá su hegemonía (por eso también lo hará el dólar). China subirá, pero no la sustituirá.
Durante alguna década (una o dos, no más) estaremos en un equilibrio de bloques parecido a la guerra fría. Entre ellos habrá poco comercio y nula coordinación.
Eso obliga a desmontar la infinidad de inversiones cruzadas que hoy existen entre los bloques. Lo que no será inmediato para nada. En esa reorganización hay hueco para muchas quiebras y muchos éxitos.
China tendrá que buscar sus clientes en “su bloque aliado”, así como en el consumo interno. También sus suministros, que es algo que ya tiene casi hecho (al contrario que USA).
USA tendrá que hacer algo parecido. Como tiene ese trabajo más atrasado y la economía muy debilitada, va a sufrir haciéndolo.
Parece que no iba muy desencaminado.
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Lecturas que me han interesado.
En el proceso de escribir esta nota me he encontrado con muchos asuntos de otras materias. Me gustaría, compartir los siguientes:
- Los de VisualCapitalist han generado otro gráfico muy interesante sobre la comparación de la capacidad exportadora de cada país (se puede ver aquí). Un primer resumen es que China exporta más que USA, y que Asia y Europa lo hacen más que América.
- Elon Musk (siempre el) tiene un plan para quedarse con casi todo el negocio bancario (noticia aquí). Y, … no hay que descartar que lo consiga. Además, algo sabe ya de eso, porque hay que recordar que él fue el creador de Paypal.
Además, como le debe sobrar tiempo, ha firmado un acuerdo con el Pentágono para crear un nuevo escudo espacial (noticia aquí).
- Ray Dalio, antes de escribir sobre la cena con Xi Jinping lo que ya he citado arriba, escribió otro post que me ha gustado mucho (éste). Viene a decir que se aleja el riesgo de WWIII en el campo militar, pero que se avanza en una guerra fría entre China y USA.
- Se ha creado el “Manifiesto tecno-optimista” (se puede ver aquí). La verdad es que me gusta lo que dicen. Se puede resumir en: menos miedos a la tecnología y más trabajo inteligente, que hay futuro.
- Scott Galloway, en su siempre interesante blog, ha publicado un post comparando la distinta forma en que los americanos ven la postura de Israel dependiendo de su edad. Las diferencias son muy grandes, y llega a la conclusión de que la causa está en la forma en que consume información y socializa cada grupo de edad (se puede ver aquí).
Aunque la nota me ha salido más corta de lo habitual, la acabo aquí. Lo hago para evitar tratar otros asuntos, de mucha menor importancia, que podrían desviar la atención de algo tan importante como lo propuesto por Xi Jinping. En la próxima nota continuaré con el asunto de las materias primas.
Como siempre, agradezco comentarios en mi email: pgonzalez@ie3.org