Pensando en la Guerra de Ucrania
Escrito por Pablo González y Pedro Nonay tratando de entender las consecuencias de la Guerra.
Nota 14 – Guerra
19 junio 2022
Las noticias que más me han llamado la atención desde que escribí la anterior nota son:
- Lo llamativo es que hay relativamente pocas noticias sobre la Guerra. Ahora, casi todas las noticias son sobre la economía, la inflación, el precio de la gasolina, el desabastecimiento, …
Sobre la Guerra, lo que se discute es si hay que buscar ya un pacto final, o si no (hay opiniones para todos los gustos). Además, se reconoce que Rusia avanza.
Es decir, la mayoría de Occidente ha dejado de pensar en si hay que ayudar a Ucrania, y empieza a pensar en cómo arreglar sus propios problemas. Muy indicativo del punto en que está la situación.
- Putin ha hablado en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Por supuesto, son declaraciones de parte, pero muy relevantes. Dice que la Unión europea va a perder 400.000 millones de euros, además de su soberanía (que ahora baila al son de la música de otros). Dice que se ha terminado el mundo unipolar liderado por USA (con eso está declarando sus intenciones profundas, que son mucho más ambiciosas que lo de Ucrania).
No nos gustará, pero lleva razón. La noticia está aquí
- El 15 de junio, la Fed ha subido los tipos de interés un 0,75 %. Es la subida más grande en 28 años, lo que ya indica que el problema no es pequeño. Aun así, tiene toda la pinta de no ser suficiente.
Lo que sí indica es que están muy preocupados. La conversación en todas partes es que la inflación actual no es de demanda, por lo que no se puede arreglar de esta forma. Hay que hacerlo bajando los costes de producción, lo que no parece que sea nada fácil de hacer en el corto plazo. Es decir, problema grave.
- El BCE también ha anunciado una subida de tipos de 0,25 %, que es mucho menos que la Fed, y mucho más tarde. También ha dicho que ya no comprará más deuda de los países.
Tras ello, las bolsas han sufrido mucho, y las primas de riesgo de los países mediterráneos han subido mucho. Eso ha forzado al BCE a hacer algo parecido a dar marcha atrás de forma disimulada. Han declarado que la subida de tipos seguirá, y que no comprarán nueva deuda, pero que sí refinanciarán deuda existente que venza. Es decir, que seguirán ayudando (porque, si no lo hacen, hay riesgo de impago de los países), pero que lo harán por la puerta de atrás.
Habrá que ver si con esas maniobras consiguen engañar a alguien. La situación es de mucho nerviosismo.
- Una buenísima noticia es que hay avances en la tecnología de la energía nuclear de fusión (se puede ver aquí).
Da igual que la noticia sea demasiado optimista. Lo importante es que nos acercamos a tener fuentes de energía distintas, lo que es muy necesario tras la Guerra y para el mundo posterior. Hablaré de ello más adelante.
Otra buena noticia sobre avances en otras fuentes de energía es ésta. Por lo visto, Japón está avanzando en obtener energía de las corrientes marinas profundas. Científicamente es una cosa muy simple. Lo delicado es hacer bien la ingeniería para las infraestructuras, así como evitar generar problemas de daño a la vida marítima y otros. En concepto, se parece mucho a la energía eólica, con la diferencia de que la turbina no la mueve el viento, sino las corrientes de agua. Hay muchísima energía ahí. Eso sí, en caso de abusar de esta fuente de energía, se corre el riesgo de frenar la velocidad de las corrientes marinas, lo que, llegado a un punto, sí puede ser un verdadero cambio climático.
- Hay otra noticia, un poco antigua, aunque no tanto (de febrero), que me ha llegado ahora. El caso es que Rusia tiene una nueva infraestructura ferroviaria para exportar cereal a China. Queda claro que tenía previsto “cambiar de cliente”, lo que no es nada bueno para occidente.
- También me llama la atención una noticia de esta semana en The Economist (está aquí) Tan prestigioso medio dice que la estructura de las cadenas de suministro mundiales está cambiando. Y que la pandemia y la guerra de Ucrania han acelerado el cambio. Lo resume en el dibujo que pongo abajo. Es verdaderamente descriptivo.
Ya se van dando cuenta los medios oficiales de Occidente de lo que ocurre.
Además, en ese artículo se inventan una palabra que es bastante descriptiva: “slowbalisation”. Lo hacen en contraposición a globalización. Con un juego de palabras, comienzan por slow (despacio en inglés). Intentan decir que la globalización se va a ralentizar.
Tras este particular resumen de prensa mío, continúo con las notas.
Preámbulo del final de esta batalla.
Comencé a escribir estas notas al principio de la Guerra de Ucrania.
Ya avancé en la nota 1 que el asunto tenía toda la pinta de ser un detonante del cambio en el poder mundial.
Parece que no me equivoqué. El mismo Putin lo ha reconocido hace poco (como he dicho arriba), y Blackrock lo reconoció hace un poco más, como también dije en notas anteriores.
A lo largo de las notas he ido dándome cuenta de que lo de Ucrania es una batalla dentro de la verdadera Guerra. Batalla que no ha terminado, pero puede que le quede poco.
Dado que este ciclo de notas iba enfocado al asunto ucraniano, creo que debo terminarlo bajo esa óptica.
Noto que hay otras muchas batallas y más cosas que contar. Pero, si llega el caso, eso lo haré en otro ciclo de notas. Intentaré terminar éste con las cosas de Ucrania (creo que lo terminaré en la próxima nota).
He escrito los párrafos anteriores porque me doy cuenta de que la batalla de Ucrania ha dejado de ser el foco primario de atención.
Hago aquí un comentario personal que me ha hecho pensar. Estoy escribiendo hoy desde un pequeño pueblo de Zamora (Villamayor de Campos) al que estoy muy vinculado por causa de mi mujer (es decir, totalmente vinculado, por el dicho antiguo de las dos carretas, que no es muy educado citar completo). El caso es que hemos venido porque aquí celebran mucho el Corpus Christi, aunque ya no lo hacen con el trasfondo religioso. Ahora mismo acaba de pasar por delante de nuestra casa una charanga de las de los años 70. La gente la acompaña bebiendo y fiesteando. Les apetece mucho pasarlo bien tras el Covid. Pero todos saben que la Guerra, la inflación, y los cambios mundiales, les van a afectar. No saben bien cómo. Tienen miedo. Y tienen muchas ganas de divertirse, aunque sea la última vez en mucho tiempo. Es un indicativo de lo que ocurre. Intentar mirar para otro lado ante circunstancias contra las que no pueden luchar y no entienden, pasarlo bien por ahora, y hacer lo que haga falta cuando llegue el momento. No lo digo como crítica, sino como observación social.
Por cierto, la cosecha aquí ha ido mal este año. El calor prematuro y la sequía la han estropeado. Siempre es una pena, pero en estas fechas, en las que tenemos que suplir la falta del grano ucraniano, es algo peor.
Dicho la anterior, continuaré tratando las otras materias primas afectadas por la Guerra de Ucrania. Eso sí, como ya está casi todo dicho en los medios y redes, y como tampoco tengo el nivel de conocimiento para aportar grandes novedades, haré comentarios breves para cada caso.
Las otras materias primas.
Fertilizantes.
Sin los adecuados fertilizantes, la producción agrícola de las tierras (kilos por hectárea) puede bajar a la mitad. Es decir, los fertilizantes son algo básico. Sobre todo, en momentos de escasez de cereales, como el actual.
En el fondo, los fertilizantes son derivados del nitrógeno, fósforo y potasio tratados de la manera adecuada. Más en el fondo, provienen de la caca y el pis de los animales (no es broma). Por ello, pueden generarse en casi cualquier lugar. Lo que ocurre, como siempre, es que hay lugares que se han especializado más en producirlos de la forma adecuada, y que tienen las infraestructuras necesarias y son base del comercio internacional de fertilizantes.
El caso es que uno de los países tradicionalmente especializado en el comercio de fertilizantes es Rusia (no Ucrania).
Como, por causa de la Guerra, hemos complicado la compra de productos rusos, hay dificultad de acceso a fertilizantes en Occidente. De nuevo, Putin se debe estar riendo.
Aporto algunos gráficos descriptivos de la situación.
Antes de la Guerra ya estaba subiendo mucho el precio de los fertilizantes, como se ve en el gráfico de arriba.
Rusia no es el único proveedor mundial de fertilizantes, pero es bastante relevante, y difícil de sustituir sin generar las infraestructuras necesarias (lo que lleva años), como se ve en el siguiente gráfico.
En esta imagen se ve cómo Brasil, USA, y Europa dependen mucho de los fertilizantes rusos. Lo que es algo que no nos viene bien en estos momentos.
Petroleo
No hay mucho que decir. Todo el mundo sabe ya que llenar el depósito del coche se hace cada día más caro. En España, hoy, está por encima de los dos euros el litro de gasolina.
Rusia es el segundo productor mundial. Y, los otros productores relevantes, sobre todo los exportadores, no son claros aliados de Occidente en los dos bloques de países que se están formando. Habrá que convencer a alguno de ellos de que se quede en el bloque de Occidente.
Carbón
Es un dato que Alemania compró a Rusia casi la mitad de sus importaciones de carbón en 2020.
Hay otros países exportadores de carbón en los que intentar comprar, pero no son transportes cortos, y tampoco tienen tanto producto. Máxime teniendo en cuenta la decisión de Indonesia de bloquear sus exportaciones por miedo a escasez (la noticia está aquí).
Hay que recordar que Indonesia es el mayor exportador mundial, y que tampoco es claramente un aliado de Occidente en los futuros bloques de países que se están formando.
Los exportadores con los que habría que intentar negociar son los siguientes:
Energía nuclear.
El bloqueo del acceso al uranio para producir energía nuclear no es algo de lo que se esté hablando en los medios. Al menos por ahora.
Lo que es cierto es que hay que producir energía, y que la nuclear es una de las fuentes (a pesar de sus riesgos medioambientales).
Una alternativa sería aceptar los riesgos ambientales y reforzar la producción nuclear ante la falta de gas y petróleo. Pero, para considerar en serio esa alternativa, hay que ver dónde está el uranio disponible. El resumen se ve abajo.
Hoy día no es un problema la disponibilidad de uranio, pero a largo plazo, los proveedores fundamentales están en el bloque de países contrario al occidental.
Es decir, se puede usar esa energía temporalmente, pero sería una trampa para el largo plazo (además de la trampa ecológica).
Metales
Los metales más involucrados en la producción industrial son el cobre, el aluminio (cuyo producto básico natural es la bauxita), el plomo, el níquel, el estaño, y el zinc.
En cuanto al cobre, los mayores productores mundiales son Chile, Perú, y China. Hablando de este metal, occidente no está tan mal.
Respecto al aluminio, los mayores productores de bauxita son Australia, China y Guinea. Occidente tiene algunas posibilidades, pero necesita trabajo para garantizar sus suministros.
Los mayores productores de plomo son China, Australia, y USA. Parece que aquí, occidente se puede defender.
En cuanto al níquel, los mayores productores, hoy, son Indonesia, Filipinas y Rusia. Eso sí, aunque hoy no producen mucho, Australia y Brasil tienen grandes reservas. Occidente tiene que trabajar mucho para garantizar sus necesidades respecto a este metal, aunque hay posibilidades.
Para el estaño, los mayores productores son China, Singapur, e Indonesia. Mal asunto para Occidente.
Respecto al zinc, los mayores productores son China, Perú, y Australia. Con una gran ventaja de China en cifras. Pinta mal para Occidente.
Resumen: occidente tiene algunas posibilidades de organizarse en cuanto a suministro de metales (si es que quiere controlar los abastecimientos de sus futuras fábricas), pero no son nada elementales. El futuro bloque de países liderado por China lo tiene mucho más fácil.
Como en energía y alimentación, habrá que intentar convencer a algún país para que se “cambie de bando”, o habrá que buscar nuevos yacimientos y hacer todas las inversiones para ponerlos en explotación.
Como ya se va haciendo largo, y me toca cambiar de tema, paro aquí.
Continuaré. Creo que hablando de la forma de adaptarnos a la nueva estructura mundial.