Protección ante la tormenta
Escrito por Pablo González y Pedro Nonay, tratando de encontrar las actuaciones que podemos tomar para adaptarnos a los cambios del orden mundial.
Nota 7
Cambio de élites
24 enero 2025
Tras las recientes noticias por la investidura de Donald Trump, vamos pudiendo hacernos una idea de lo que va a pasar.
En esta nota trataré de analizar la situación, así como de avanzar en el conocimiento de lo que va a ocurrir en nuestro mundo. Se trata de profundizar en lo que expuse en la anterior nota 5.
Cambio histórico.
En notas anteriores he dicho muchas veces que el momento actual no se corresponde con una crisis grande de las que ocurren cada 50 -80 años, sino de algo mucho más relevante. Algo que ocurre cada 500 o miles de años.
Este tipo de cambios están relacionados con la forma en que se mueve la información. Vengo diciendo que el cambio comparable anterior tuvo su causa en la invención de la imprenta por Gutenberg en 1453. En aquel momento, se acabó el sistema feudal y comenzó el Renacimiento.
Defiendo que el cambio actual tiene su causa en la invención de Internet. Los cambios en la estructura social tendrán una repercusión de la misma envergadura que la que tuvo pasar del sistema feudal al Renacimiento.
Veamos un poco de historia de cómo fue el anterior cambio. Luego intentaré llegar a cómo va a ser el actual.
Un poco de historia. El levantamiento de los Comuneros.
Esto le sonará muy desconocido al lector que no sea español, pero tal vez le parezca interesante. Para el que sí sea español, le sonará por haberlo estudiado en el colegio, aunque es probable que tenga una visión simplista y sesgada (causada por la manipulación de los medios y de la educación, de la que hablaré más adelante).
Ejecución de los comuneros de Castilla, del romántico Antonio Gisbert (1860, Palacio de las Cortes).1
Antes de describir el asunto, digo que no es casual que aquello ocurriera poco después de que Gutenberg inventara la imprenta. Tampoco es casual que ocurriera en España, que en aquellas fechas era el imperio más grande de lo que hoy llamamos Occidente. Era la época del rey conocido como Carlos V (Primero en España). Por cierto, tampoco es casual que en aquellas épocas la civilización más avanzada y equivalente a la española era la de China, que se encontraba en el apogeo de la dinastía Ming (aunque, por la distancia y por la tecnología de la época, no había grandes conflictos entre ambos imperios).
El levantamiento Comunero ocurrió en España en 1520 y duró hasta 1522. Wikipedia lo cuenta así.
Yo lo quiero contar a mi manera, orientada al objetivo de explicar lo que ocurre ahora. Lo hago recordando a Mark Twain cuando decía que la historia no se repite, pero “rima”.
Hacía poco tiempo desde que España se había unido (ni siquiera se llamaba así todavía). Fue por la unión de los reinos de Aragón y Castilla con los Reyes Católicos, y por la conquista de Granada (1492). Y hacía poco del descubrimiento de América por Colón (también en 1492), tierras que todavía no tenían ese nombre de “América”. No deja de ser curioso que ni España ni América se llamaran así en ese momento.
Aunque se había descubierto América, faltaba tiempo para considerar que se había “dominado”. De hecho, la primera conquista relevante fue la de Hernán Cortés en Mexico, y eso ocurrió en 1521, como se relata aquí. Ocurrió en pleno levantamiento Comunero, cuando se estaba decidiendo si España caminaba hacia el futuro, o si se quedaba en el pasado.
En aquella época, todavía estaba vigente en España el sistema feudal de gobierno, aunque ya muy deteriorado en comparación a lo que fue. El poder de los nobles era muy importante todavía, y a los reyes les convenía tener su apoyo.
Es importante darse cuenta de la causa del poder los nobles. Se basaba en que ellos eran los que controlaban el territorio de su ciudad. Lo hacían por la forma que hoy llamaríamos “violencia policial”. El caso es que eran los que sabían todo lo que pasaba en su ciudad, los que controlaban su economía, y los que decidían si apoyaban al rey (o no) con tropas y con dinero. Sobre todo, esa decisión la tomaban cuando había dudas acerca de quién era el rey heredero.
Se puede decir que los nobles eran quienes controlaban a las masas locales. Eran los que podían organizar revoluciones.
Carlos V fué nombrado rey de Castilla en 1517. Eso no ocurrió de forma tranquila, pues estaba viva su madre (la llamada Juana la Loca) y había quien pensaba que ella debería ser la reina, por lo que le dieron ese título, pero solo de forma nominal, y la recluyeron en Tordesillas alegando enfermedad.
Carlos V era muy joven (17 años); era extranjero; y no hablaba español. Al llegar, estableció un gobierno sin contar con los nobles locales. Ellos se molestaron (con algo de lógica), porque perdían influencia y poder. Es por eso por lo que se organizó el levantamiento de los Comuneros. La excusa era que el rey había traído un gobierno extranjero que no respetaba los fueros (que eran las leyes del momento en Castilla). La realidad es que los comuneros, que se creían con el control local, vieron que perdían poder, y querían evitarlo.
Lo cierto es que hacía poco que se había inventado la imprenta. Ahora, la información circulaba de otra forma, mucho más ágil. Y Carlos V (o sus asesores) manejaba mejor esos “medios modernos” que la forma en que lo hacían los antiguos nobles.
El resultado es que los comuneros perdieron la “guerra” y Carlos V consolidó su reinado. Reinado en el que la fuerza de los nobles pasó a perder mucha importancia (siempre de forma gradual).
La situación actual.
Aunque no nos guste aceptarlo, y aunque sobre este asunto haya que escribir con mucho cuidado para no herir susceptibilidades, es un hecho que los “altos poderes” no consideran la democracia como un objetivo, sino como un instrumento. Lo intento explicar a continuación.
La intención de esos “altos poderes” siempre ha sido la de tener a la mayoría de la población lo suficientemente contenta como para no organizar una rebelión en esa ciudad/país. Así quedan libres para hacer sus negocios en ese lugar.
Los instrumentos para conseguir ese apoyo de la población son: a) el darles algo de libertad, con las leyes; b) el fomentar que puedan tener “pan y techo”, con su actividad; c) el “castigar” a los que no cumplen con los objetivos, mediante la policía y los jueces; y, muy importante, d) El “adoctrinar” a la población para que su forma de pensar esté acorde con lo que quieren esos “altos poderes”.
En la época feudal, eran los nobles los que se encargaban de controlar y contentar a las mayorías de su ducado o condado. El adoctrinamiento se ejercía por la Iglesia. Así, las reglas de convivencia de los fueros (las leyes de entonces) se sumaban a las exigidas por la religión. Se puede ver cómo era la organización en aquella época aquí.
Tras la imprenta, llegó la época de las naciones-estado, y del primer capitalismo. El adoctrinamiento de las masas pasó a basarse en el control de los materiales impresos, siendo muy importante la censura (se puede ver cómo funcionaba la prohibición de libros aquí). También continuó siendo importante la religión en ese aspecto. La Iglesia era la única organización que podía garantizar que llegara a todas partes un mismo mensaje cada domingo mediante los sermones de la misa. Y ese mensaje llegaba, incluso, a los que no sabían leer, que eran mayoría. En realidad, la iglesia ha sido siempre una gran empresa de comunicación, y ello de forma independiente a si uno es creyente o no.
Cuando comenzaron las democracias (y la época que ahora termina), el “adoctrinamiento” se basó en controlar los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, …). En esa época (y ahora), la iglesia seguía existiendo, y mantenía su poder de comunicación, pero pasó a ser poco más que un factor algo incómodo para esos “altos poderes” que controlaban los medios (excepto en el mundo islámico, donde el poder de la iglesia sigue siendo muy fuerte todavía).
Por ello, en esta época que termina ahora, una vez controlado el “adoctrinamiento”, ya se sabe lo que van a pensar las mayorías. Y se tomó la decisión de implantar las democracias. Así, la población se creía que elegía a sus gobernantes, y estaba menos predispuesta a las rebeliones. Sin embargo, lo que la población elegía era lo que les habían inducido a creer los medios de comunicación. Esos medios estaban controlados por los “altos poderes”. Y esos “altos poderes” también controlaban a los partidos políticos. Lo hacían, tanto por la vía de darles financiación (muchas veces sin cobrar nunca la deuda), como por la vía de darles visibilidad a través de los medios de comunicación.
Es decir, la democracia no ha sido nunca nada más que uno de los instrumentos para controlar a la población. Lo importante era el adoctrinamiento previo, así como crear el marco legal que permita que la población consiga el “pan y techo” (por sus propios medios).
El problema que tienen ahora esos “altos poderes” es que las nuevas redes sociales han hecho perder mucho poder de “adoctrinamiento” a los medios de comunicación convencionales. Y, esas redes sociales no están controladas por aquellos antiguos “altos poderes”. Ni van a estarlo en el futuro, porque también está cambiando el control de las “altas finanzas”.
Simplificando mucho, cuando no había mas medios de comunicación que la Iglesia y el boca a boca, la nobleza controlaba su ciudad por la vía de encarcelar a quien estuviera utilizando el sistema de boca a boca para transmitir un mensaje “peligroso” para el noble, así como por la vía de llevarse bien con la Iglesia. Eran los nobles los que elegían a los reyes y las leyes, aunque hubiese apariencia de que mandaba el rey. Pero, cuando cambiaron los medios de comunicación con la imprenta, la nobleza perdió su poder, eso sí, gradualmente.
Ahora está ocurriendo lo mismo (también gradualmente). Los medios de comunicación convencionales están perdiendo su poder ante las redes sociales. Aunque este asunto depende mucho de la demografía, porque los mayores siguen usando los medios de comunicación convencionales (y son adoctrinados por ellos), mientras que los jóvenes lo son por las redes sociales.
Por lo anterior, el que continúen existiendo las democracias, o no, es algo casi secundario, que ya decidirán los nuevos “altos poderes”. Si continúan existiendo, serán lo que han sido siempre: un teatro fantasioso para que la gente se crea que han elegido ellos. Sin embargo, la verdad será la de siempre: los que eligen lo que la gente piensa son los que controlan el adoctrinamiento y las finanzas. Así, las elecciones las gana quien ellos quieren (con escasas excepciones, que se acaban corrigiendo).
Lo que va a pasar.
Por lo dicho arriba, no es casualidad que en este momento se hable en muchos países de lo que llaman bulos, o “fake news”. Se intenta desacreditar a las redes sociales, porque no las controlan los antiguos “altos poderes”, que son los que venían controlando a los gobiernos, y a la sociedad en general.
En la comparación, esos “altos poderes” están actuando como lo hicieron los Comuneros en 1520. Se intentan rebelar ante su pérdida de poder. Quieren que continúe el viejo orden (el sistema feudal, en el caso de los Comuneros).
Y les pasará lo mismo que a los Comuneros: perderán su posición.
Es ejemplo de ello que Trump ha ganado las elecciones apoyado por las redes sociales (especialmente por Musk), y en contra de los medios de comunicación convencionales. También es ejemplo que las redes sociales están haciendo mucho daño a los gobiernos de UK, y de Alemania. O que se han anulado las elecciones de Rumanía alegando que las redes sociales las habían manipulado.
Se acusa de manipulación a esas redes sociales. Pero no se reconoce que aquellos medios de comunicación convencionales también manipulaban y ocultaban. Ejemplo de ello son las recientes noticias en UK sobre ocultación, por conveniencia política, de violencia sexual organizada por determinadas etnias.
El caso es que la lucha está entre quién manipula mejor, no entre si unos lo hacen y los otros no. Y está claro que lo hacen mejor las redes sociales. Luego, está claro que van a ganar (ya lo están haciendo), aunque les cueste algo de tiempo terminar de hacerlo.
Una variante irónica del asunto es que ya comienzan las luchas por el poder entre distintas redes sociales. Es el ejemplo de intentar prohibir Tik Tok en USA. Se alega que es manipulación por potencias extranjeras, pero no se dice que ellos también manipulan.
Por todo ello, lo más probable que ocurra ahora es que haya conflicto en Occidente entre esos “altos poderes” (los viejos y los nuevos). Tendremos revoluciones internas en cada país, (como la de los Comuneros). Y perderán los viejos poderes.
Mientras tanto, como Occidente estará “entretenido” en esas luchas de poder internas, no podrá centrar sus esfuerzos en la pelea con China y sus aliados. Eso es algo que le viene muy bien a China, porque tampoco tiene su economía en el mejor momento, pero no tiene los problemas de control interno que tiene Occidente. Es decir, China está ante una posible crisis económica de las “normales”, y Occidente está ante una crisis social de las muy excepcionales.
Esto me lleva a pensar en que habrá muchos conflictos internos en Occidente, pero no habrá WWIII.
Lo que sí ocurrirá (y está ocurriendo) es que se profundizará en el “fichaje” de países o regiones para cada bloque. Eso es lo que ya ha empezado Trump con sus reclamaciones de Groenlandia, Canadá, o el Canal de Panamá. También es lo que puede pasar en Venezuela, o lo que está ocurriendo en Corea del sur, además del riesgo latente en Taiwan. O lo que ya ha pasado en Siria, y lo que está a punto de cerrarse en el “reparto de Ucrania”.
Tal vez, la novedad que ha sugerido Trump es que la idea que fomenta no es la de buscar acuerdos con otros países, sino la de anexionarlos al suyo. Parece que, en lugar de negociar unas nuevas reglas de convivencia entre países, prefiere que se acepten directamente las suyas, al menos en el bloque de sus aliados.
Todos esos “fichajes de países” están basados en la importancia de ese país para la economía de cada bloque, bien por sus materias primas, por su demografía, o por su necesidad para garantizar los movimientos de mercancías en el mar. Siempre pensando en las nuevas circunstancias que permite la tecnología, o que genera el cambio climático.
En definitiva, esto no es una pelea de derechas contra izquierdas. Es adaptarse a otra forma de “opio del pueblo”, y a nuevas condiciones. Será un cambio de jefes y un cambio de reglas.
Conclusiones.
Tras lo expuesto, creo que:
- Se traspasará el poder de los medios de comunicación convencionales a las redes sociales (y su capacidad de adoctrinar a las masas).
- Eso implicará un cambio de élites. Las élites que antes controlaban los medios de comunicación convencionales (gobiernos, finanzas y prensa) serán arrolladas por las que controlan las redes sociales (empresas tecnológicas).
- Habrá muchos conflictos internos en Occidente, pero no habrá WWIII.
- Se profundizará en el “fichaje de países” para cada bloque.
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Consejos para nuestra adaptación.
Como vengo diciendo en notas anteriores, no escribo esto porque me considere ningún poseedor de la verdad, ni para convencer a nadie. Lo hago en mi proceso interno de crearme mi opinión, para luego tomar mis decisiones de futuro.
Por ello, no creo que sea honesto no compartir mis conclusiones. Es lo que hago a continuación, pero recuerdo que pueden ser equivocadas.
Respecto al asunto del cambio de élites por la pérdida de poder de los medios de comunicación convencionales y el ascenso de las redes sociales, lo que creo es que nos toca abandonar nuestras “sumisiones” a los que pierden poder, y acercarnos a los que lo ganan. Es algo que cada uno tendrá que hacer en la medida de sus posibilidades. Y este consejo es igual de válido para particulares, gobiernos, o empresas.
Tal vez no le guste esto a mucha gente, pero a Trump le ha funcionado acercarse a Musk, y en general a las redes sociales, al Bitcoin, aparentemente a China, …; así como alejarse de la prensa y televisión convencional, y del poder financiero de Wall Street, …
Eso sí, tendremos que tomar nuestra decisión cuando sepamos a ciencia cierta en cual de los bloques de países va a estar aquel en el que vivimos ahora, o aquel al que queremos emigrar. Y eso no está tan claro todavía.
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Como siempre, agradezco comentarios en mi email: pgonzalez@ie3.org