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Protección ante la tormenta

Escrito por Pablo González y Pedro Nonay, tratando de encontrar las actuaciones que podemos tomar para adaptarnos a los cambios del orden mundial.

Nota 2

Velocidad de los cambios. 


30 agosto 2024



En la nota anterior intenté describir el mundo al que vamos. Quedó claro que habrá muchos cambios. Pero esos cambios no van a ocurrir todos a la vez.

En esta nota intento definir los factores que van a forzar los cambios. Lo hago desde la perspectiva de intentar saber cuáles de los cambios se implantarán antes y cuáles después.

Una vez sepamos (con su gran margen de error) los cambios que ocurrirán antes, sabremos que es la protección ante esos cambios la que tiene que ser nuestra primera prioridad.



¿Tendencia”bull”?.

Como es sabido, “bull” significa toro en inglés. Y, se dice que los mercados están “bull” (es más común decir “bullish”, pero quiero hablar de toros) cuando son alcistas.

Imagen que contiene perro, edificio, persona, exterior

Descripción generada automáticamente

Pensando en los mercados, veo muy alegórico aportar la fotografía de arriba. Está expuesta en un bar de Villalpando, que es un pueblo de la provincia de Zamora (del interior de España) al que voy mucho por cuestiones familiares. Y, tengo que mencionar que Villalpando es un lugar con mucha afición taurina. Por cierto, el bar se llama El Arte, y el torero de la foto es Morante de la Puebla.

Ya sé que las corridas de toros están en declive, pero espero que nadie se moleste si aprovecho esa tradición española para los comentarios alegóricos que voy a hacer, así como para dar un poco de publicidad a Villalpando.

En las fechas actuales se dice que estamos en mercados muy alcistas. De hecho, se habla de la “burbuja de todo”. 

Había miedo a que esa burbuja estallase, y se acabaran los tiempos alcistas. Pero ese miedo se ha disipado tras las recientes declaraciones de Powell (el gobernador de la FED) en las que ha dicho que en septiembre bajará los tipos de interés.

El caso es que:

  • Powell está intentando dominar al toro (como lo hace Morante en la foto). 
  • Morante utiliza un señuelo, como es la muleta. Powell utiliza otro, como es la muy artificial figura de los tipos de interés.
  • Ambas dos técnicas, la de Morante y la de Powell, son obras de arte para algunos, casi mágicas. Y son muy denostadas por otros, que las acusan de ser maniobras de manipulación y de tortura (de los animales, y de los mercados).
  • El toro de la foto va a morir poco después. Y, … hay posibilidad de que el toro de Powell también lo haga.

Y, la economía que Powell intenta manejar es uno de los factores que influyen mucho en la velocidad de todo lo que está cambiando en el mundo.

Velocidad de los cambios.

Ya he dicho en notas anteriores que no todos los cambios ocurrirán al mismo tiempo. Unos se implantarán más pronto, y otros lo harán más tarde.

Tampoco ocurrirá de repente cada uno de los cambios. Más bien será algo gradual. Eso sí, con algunas excepciones que sí pueden ser más repentinas, como son los ejemplos pasados del meteorito de los dinosaurios, o la revolución rusa de 1917.

En general, la velocidad de los cambios depende de muchos factores como, por ejemplo:

  • La geopolítica. 

    • Una guerra mundial aceleraría todos los cambios (además de las desgracias).

    • Un país que se cambie de bloque geopolítico aceleraría sus cambios internos. Es el caso de Argentina, que estaba invitado a unirse a los BRICS+ y, tras la elección de Milei, lo rechazó. También puede ser el caso de Venezuela, si acaba cayendo el régimen de Maduro y se incorpora al bloque de Occidente.

    • Los bloqueos, sanciones, aranceles, …, producen cambios en los canales de suministros, o incluso escasez de algo.  Eso lleva a cambios en los precios (inflación), y a pérdidas en las empresas no adaptadas (tal vez quiebras, aumento del paro, o incluso recesión).
  • La demografía. 

    • Una ciudad, región, o país que pierde/gana demografía, tiene que reducir/aumentar su producción de casi todo, o cambiar su sistema de importación-exportación. Eso tiene consecuencias en la actividad empresarial; el paro; la capacidad de pagar impuestos;  la capacidad del gobierno para atender sus gastos; el aumento/reducción de la deuda pública; …

    • Si el cambio demográfico lo es en  la forma de disminuir la población en edad laboral, y aumentar la población jubilada, lo que ocurre es que disminurá la capacidad de que los impuestos recaudados puedan pagar las pensiones. Eso lleva a inestabilidad social.

    • Si la solución a la pérdida de población se basa en la inmigración, hay riesgo de cambios culturales, xenofobia, tensiones sociales, …
  • La tecnología.

    • Los avances tecnológicos implican un aumento de la productividad. Así, se consigue producir lo mismo, con menos dinero invertido, y con menos personal. Esto resulta bueno para un país que está perdiendo población en edad laboral, y malo en el caso contrario, ya que en ese caso, aumentaría el paro.

    • La tecnología también puede cambiar los hábitos sociales, lo que tiene consecuencias de todo tipo. Un ejemplo ha sido el teletrabajo. Los que han podido (y querido) elegirlo, gastan menos horas suyas en tiempo de transporte, y menos dinero en transporte y en comida fuera de casa. Pero, las empresas dedicadas al inmobiliario de oficinas tienen menos m2 ocupados, y tendrán problemas económicos. 

      Otros ejemplos son la compra por internet, que lleva a la desaparición del comercio local; o la posibilidad de alquilar por horas los vehículos de transporte, …

    • Se habla mucho del impacto de la Inteligencia artificial, pero hay que diferenciar dos etapas en eso. La primera etapa, en la que pequeños avances de la IA permiten que la usen las personas y las empresas para aumentar su productividad, tiene las mismas consecuencias que he expuesto en el primer punto.

      La segunda etapa, que es la llamada “singularidad”, ocurrirá cuando la IA sea capaz de hacer todo, sin que los humanos hagan nada (ni siquiera el gobierno). Eso será un inmenso y total cambio, pero no  va a ocurrir en el corto plazo, por lo que no lo estudio aquí.

    • Y, por supuesto, la tecnología ha cambiado ya las formas de comunicación. Esto es muy bueno, por la eficacia de comunicaciones instantaneas y baratas (sin desplazamientos), y por el acceso facil y barato a todo tipo de información. Es decir, para la productividad, y para la mejora en la investigación.

      Pero, está generando problemas sociales de convivencia, por la proliferación de noticias falsas, así como por el aumento de mensajes que incitan el odio al contrario. 

      Esto acaba generando tentaciones de aumentar la censura por parte de los gobiernos (que tienen dificultades para implantar, porque han perdido el control). También genera pérdida de poder por los medios que antes controlaban la difusión de la información (es decir, la “manipulación” mental de las masas), y otorgan ese poder (aumentado por su eficacia) a las redes sociales. Es un cambio de gran envergadura, porque esas redes son menos depedientes de los gobiernos que lo que eran los medios de información tradicionales.

  • Hay otros muchos factores que afectan a la velocidad de los cambios, como son los cambios en la energía, el cambio climático, la economía, la moneda de referencia, … Pero no profundizo aquí en ello, tanto por ser muy conocidos sus efectos, como por haber hablado de eso bastante en mis notas anteriores.

Lo que tenemos que hacer cada uno de nosotros es vigilar qué cambios se están implantando primero (o se van a implantar pronto) en nuestro lugar de residencia, o de trabajo, o de inversión. 

Y, preparar nuestras actuaciones personales para adaptarnos a esos cambios. Tras hacerlo, nos tocará repetir el proceso con los siguientes cambios, y así sucesivamente. 

Es decir, tenemos que adoptar una cultura de constante adaptación, y evitar la antigua cultura de “optimización de lo de siempre”. 

Así, pensando en la organización de las empresas, creo que el futuro cargo de ”asesor de tendencias” va a ser bastante más importante que el del director financiero.

Yo me imagino todo esto como algo parecido a la selección natural de Darwin. El que no se adapte, desaparecerá.

Ray Dalio.

Dalio ha escrito un libro altamente recomendable sobre este asunto de los cambios. El libro se llama “Principios para enfrentarse al nuevo orden mundial: Por qué triunfan y fracasan los países”, y se puede encontrar aquí. También ha hecho Dalio un video resumen de su libro, que se puede ver aquí (en inglés).

En el libro, Dalio estudia la creación y declive de varios imperios mundiales en la historia. Y trata de encontrar patrones que le ayuden a detectar cuándo va a ocurrir el cambio.

Lo hace destinado a su objetivo personal, que es el de elgir dónde invertir en cada momento. Otra gente tendrá otros objetivos, y tal vez no le resulten aplicables los elementos de detección que Dalio ha seleccionado. Pero sí le valdrá la idea de concepto, que podrá aplicarla a sus intereses.

En el libro, tras su análisis, y apoyado en su gran equipo de investigación, Dalio aporta un interesante gráfico en el que define como se comportan 8 factores a lo largo del ciclo de vida de un imperio. Es el siguiente:

Gráfico, Histograma

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Fuente: Ray Dalio

Como se puede ver en el gráfico, hay factores en los que el futuro imperio es mejor que su competencia antes de llegar a ser imperio (factores adelantados), como es el caso de la educación y la innovación. Y, hay otros factores en los que el imperio todavía es relevante, aunque ya se encuentre en decadencia (factores atrasados), como es el caso de tener la moneda de referencia.

El propio Dalio reconoce que USA está ya en decadencia, y que China está en ascenso. Ve alguna posibilidad de retrasar esa decadencia, y da sus recomendaciones para ello, pero sabe que no es fácil.

Como elemento de chequeo, a mí se me ha ocurrido buscar un dato fácil de uno de los factores adelantados (la innovación). Se trata del número de patentes. El caso es que le he preguntado a ChatGPT lo siguiente: ¿Cuantas nuevas patentes ha desarrollado USA en el siglo XXI? La respuesta es la siguiente:

  • Estados Unidos ha mantenido una fuerte presencia en la innovación y el desarrollo de patentes en el siglo XXI.
    Resumen de Patentes en el Siglo XXI:
    • Año 2000: Estados Unidos presentó aproximadamente 300,000 solicitudes de patentes.
    • Año 2021: Estados Unidos presentó alrededor de 600,000 solicitudes de patentes, ocupando consistentemente los primeros puestos a nivel mundial.
  • En total, entre 2000 y 2023, Estados Unidos ha presentado más de 8 millones de solicitudes de patentes. Aunque China ha superado a EE. UU. en número de solicitudes en los últimos años, Estados Unidos sigue siendo un líder global en innovación tecnológica y patentes.

Es decir, que China ya gana en ese factor adelantado. Parece que el cambio de imperio se acerca.

Por otra parte, como se ve en el gráfico de Dalio, la moneda de reserva mundial es uno de los factores atrasados de los imperios. Es cierto que el dólar sigue siendo la unidad de reserva mundial, pero, como ya escribí en la nota anterior, parece que tiene los días contados. Esto es otro indicativo de que el imperio USA está en sus últimos momentos.

Noah Harari y Alvin Toffler.

Un buen amigo mío tiene la costumbre de hacer extractos y anotar ideas de los libros que se lee. El caso es que me ha compartido las relativas a varios libros que tratan sobre los cambios en la sociedad (gracias, Jose María). Tras leérmelas todas, muy interesantes y bien extractadas, decidí leer el original del libro de Yuval Noah Harari llamado “21 lecciones para el siglo XXI”, de quien yo ya había leído otras cosas, pero no este libro.

Todo el libro es especialmente interesante, aunque tenga críticas por su posicionamiento político (al que tiene derecho).

No pretendo aquí extractarlo, sino hacer referencia a lo que a mí me ha llamado la atención en cuanto a lo que estamos tratando de los cambios.

En el capítulo 7, Harari hace una llamativa reflexión sobre el cambio climático. Dice que Rusia sería la beneficiaria, por no tener recursos costeros y no preocuparle el aumento del nivel del mar. Además, también dice:

  • “Y mientras que las temperaturas más altas es probable que transformen el Chad en un desierto, al mismo tiempo podrían transformar Siberia en el granero del mundo. Además, a medida que el hielo se funda en el lejano norte, las vías marítimas árticas, dominadas por Rusia, podrían convertirse en la arteria del comercio global, y Kamchatka tal vez sustituyera a Singapur como encrucijada del mundo”.

El libro está escrito en 2018, antes de la Guerra de Ucrania. El caso es que ya se están abriendo las rutas marítimas por el Artico. ¿Podría ser que el cambio climático haya influido en la toma de decisiones de Putin y en el apoyo de Xi? En ese caso, les conviene acelerar el cambio climático, es decir, entre otras cosas, incrementar las emisiones de CO2.

Al final del capítulo 8, Harari hace un buen resumen de los problemas a los que dedica el libro. Dice.

  • “Así pues, estamos atrapados entre la espada y la pared. La humanidad constituye en la actualidad una única civilización, y problemas como la guerra nuclear, el colapso ecológico y la disrupción tecnológica sólo pueden resolverse a nivel global. Por otro lado, el nacionalismo y la religión dividen todavía a nuestra civilización humana en campos diferentes y a menudo hostiles. Esta colisión entre problemas globales e identidades locales se manifiesta en la crisis actual que está sufriendo el mayor experimento multicultural del mundo: la Unión Europea. Erigida sobre la promesa de valores liberales universales, la Unión Europea se tambalea al borde de la desintegración debido a las dificultades de la integración y la inmigración”.  

 
En el capítulo 18, aborda un asunto crucial: la educación y las habilidades que se enseñan en las escuelas. Dice que lo que se enseña hoy, puede ser completamente inútil en el futuro, porque lo haga de forma automática la tecnología. Expone que las habilidades en las que hay que reforzar la enseñanza son las “cuatro ces”: pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad. El resto de la vida será una cuestión de aprendizaje y adaptación constante.

Por otra parte, los resúmenes de mi amigo Jose María me llevaron a retomar una lectura antigua: “La tercera ola”, de Alvin Toffler. Está escrita en 1979, pero es completamente actual.

Para Toffler, la primera ola de cambios en la humanidad fue la de la agricultura; la segunda, la de la revolución industrial; y la tercera, la de la información/tecnología. Dice que cada una de ellas nos lleva a mundos completamente distintos.

Sin profundizar en el resumen del libro, que sería largo de hacer, quiero resaltar la siguiente frase: 

  • “Un destino que crear
    Cuanto antes empecemos a diseñar instituciones políticas alternativas basadas en los tres principios antes descritos —poder de las minorías, democracia semidirecta y reparto decisional—, más probabilidades tendremos de una transición pacífica”.

En cuanto a los grupos de personas sobre la forma de afrontar la situación, Toffler los dividía en tres:

  • Los que no quieren que cambie nada, por tener sus intereses en el mundo de la segunda ola. 
  • Los que sí quieren adaptarse a esta tercera ola, sobre todo en el cambio de modelo energético.
  • Los que, asustados por la situación, piden volver a la primera ola, a la vida antes de la revolución industrial, idealizándola. 

Las fuerzas de esos grupos son las que definirán los cambios.

El caso es que Toffler estaba definiendo (en 1979) todos los cambios de los que ahora se habla mucho. Y acertaba bastante. Veía el cambio como muy inminente, … y no ha ocurrido todavía. La pregunta es si el cambio puede seguir retrasándose. 

Elecciones USA.

Sí. Las elecciones en USA afectan a la velocidad de los cambios. Y lo hacen por causas distintas a la ideología de los electores, quienes votarán por su concepto de izquierda vs derecha (conceptos hoy anticuados), así como por la manipulación de los medios de comunicación (los antiguos y los modernos).

En este momento, los factores de la geopolítica, y los de la economía (inflación – depresión) son de la máxima importancia para esas elecciones.

Como disclaimer, aviso que lo que digo a continuación es mi forma de ver las cosas. Puede que sea errónea, y es casi seguro que a muchos les parecerá chocante (aunque tal vez les haga pensar). No implica posicionamiento político mío. Tan solo es el escenario que veo, y no me parece correcto no compartirlo.

En cuanto a la economía, es sabido que la deuda pública de USA es inasumible (y creciente). Y que la inflación es un riesgo, por lo que los tipos de interés no deberían bajar. Por otra parte, también es sabido que la estabilidad de Wall Street, y de los bancos está perjudicada si los tipos de interés no bajan.

Como paradoja, nos encontramos con que el partido demócrata (que es el supuesto partido de izquierdas) está apoyado por Wall Street y los bancos (el antiguo poder). Y es ese partido el que apoya la prevista bajada de tipos de interés en septiembre.

Esa bajada la camuflan electoralmente diciendo que la inflación está controlada, y que los efectos serán buenos para la estabilidad económica y para la cesta de la compra de la gente normal. Pero, lo cierto es que, a quien están ayudando es a los bancos, y están perjudicando a la gente normal con la inflación y depresión que surgirá algo más tarde. Es decir, la izquierda está salvando a los ricos y perjudicando a la gente normal (algo más que curioso). El partido demócrata es hoy el partido de las élites, tal vez nos encontramos ante lo que llaman la “izquierda-caviar”.

Por otra parte, también es curioso observar cómo el partido Republicano (el supuesto partido de derechas, los que no quieren cambiar nada para que el mundo continúe igual) está siendo apoyado por el futuro poder tecnológico (Elon Musk de forma explícita), que es quien le va a quitar el poder a la banca antigua. Igualmente, Trump tiene el apoyo de la “gente normal”, que se consideran abandonados por las élites. También ocurre que Trump apoya al bitcoin, mientras que los demócratas no lo hacen. Es decir, parece que la derecha está a favor de los nuevos tiempos.

En cuanto a la geopolítica, los “enemigos”, es decir, Rusia, China, Irán, …, no tomarán sus decisiones hasta no saber quien es el presidente de USA. Y serán distintas si se encuentran un presidente dialogante con ellos (parece que así consideran a Trump), que si ocurre lo contrario. Hasta ese momento, los “enemigos” sí están actuando según sus intereses. Lo hacen apoyando a Trump en las campañas de intoxicación mediática.

La afección de todo esto a la velocidad de los cambios se resume en que, si gana Trump, y es capaz de pactar con los “enemigos” algo parecido a: “reconozco que USA no es el poder mundial, y os dejo mandar en vuestra parte del mundo, si me dejáis a mí mandar en la mía», ocurrirá que se evitará el riesgo de guerra mundial, y que se activarán todos los cambios de una forma más rápida.

Por el contrario, si ganan los demócratas, lo probable es que, en base a la influencia de las “élites antiguas”, que son las que controlan el partido, se intente alargar la vida del orden mundial antiguo. Y se haga a costa de incrementar todo tipo de tensiones (mundiales, internas de USA, y económicas), así como de retrasar la implantación de los cambios hasta que sea inevitable hacerlo de una forma brusca y más dolorosa.

Son tiempos extraños.

La política no se adapta.

Relacionado con lo dicho arriba, en el resto de países de Occidente ocurre algo parecido con los partidos políticos.

Todavía utilizan la imagen de izquierdas vs derechas. Lo hacen porque es la tradicional, y es la que condiciona a sus votantes por sus afinidades, casi religiosas.

Pero, la verdad es que esos conceptos se han quedado anticuados. Ya no estamos en los tiempos de la lucha del proletariado contra la burguesía

De hecho, el proletariado entendido como los obreros de las grandes fábricas ya es casi residual en cuanto al porcentaje de votantes. 

Los perjudicados de hoy son los trabajadores autónomos en trabajos precarios (p.e. los repartidores a domicilio); o los antiguos pequeños empresarios propietarios de comercios de calle y hoy arruinados; o los antiguos empleados de clase media en oficinas, cuyos puestos de trabajo han sido eliminados por la tecnología; o … Y ninguno de ellos tiene las características del antiguo proletariado.

Los partidos políticos del futuro, tengan el nombre que tengan, deberían adaptarse a lo que predijo Alvin Toffler que he expuesto más arriba. Deberían ser, o, i) los partidos que buscan continuar en la segunda ola, y que nada cambie, o, ii) los partidos que buscan subirse a la tercera ola, y adaptarse. Además, surgirían partidos híbridos, que buscarían adaptarse en unos aspectos, y no hacerlo en otros.

Y, como también predijo Toffler, los partidos (y el sistema electoral) deberían ser menos “territoriales” (diputados por zonas geográficas) y más por representación de distintos intereses de grupo, incluidas las minorías.

Jóvenes contra viejos.

Otro asunto que va a condicionar mucho la velocidad de los cambios es la batalla generacional dentro de cada país.

Por causa del orden antiguo (que hoy se está agotando), y por las consecuencias de las distintas crisis desde 2007, en Occidente es un hecho que la riqueza está concentrada en los mayores. Así:

  • La mayoría de los jóvenes, con sus salarios actuales, y tras la inflación y la subida de precios inmobiliarios (de compra y de alquiler), no tienen acceso a ahorrar, ni a conseguir una “vivienda digna”.
  • Los mayores son los que tienen los ahorros y la riqueza inmobiliaria. 
  • Además, en muchas ocasiones, las pensiones de los mayores son superiores a los salarios de los jóvenes.

A esa circunstancia hay que añadirle el que son muchos los países de Occidente donde la pirámide demográfica indica que pronto habrá menos gente en edad laboral que los que no lo están. Eso hace inviable que los impuestos de los que trabajan paguen las pensiones de los que no lo hacen. Además de ser los pensionistas los que menos necesitan el dinero, por ser los que tienen las riquezas (por supuesto, con muchas excepciones).

También hay que añadir el hecho de que son los jóvenes los que entienden mejor el nuevo mundo (son los nativos digitales). Y son los que sufrirán las consecuencias de los cambios.

Por último, es importante notar que, en los países en los que la pirámide demográfica está invertida, la fuerza electoral de los mayores es superior. Eso implica que los políticos se centrarán en atender las demandas de los mayores, perjudicando aún más a los jóvenes.

A ese argumento electoral hay que añadirle el detalle, no menor, de que la forma de “manipular electoralmente” a los votantes, se hace en los mayores por los medios tradicionales (más fáciles de controlar y censurar por los políticos). En los jóvenes se hace por las redes sociales.

Todo lo anterior nos lleva a que no sea descartable en el corto plazo una revolución de los jóvenes. Desde luego, es cierto que los estamos marginando.

Conclusión:

Aunque hay muchos temas importantes en juego (elecciones en EE. UU., desafíos económicos, tensiones geopolíticas, etc.), el elemento clave es la velocidad a la que estos cambios se producirán.

En resumen, el tema principal de esta nota es la necesidad de ajustar nuestras estrategias y decisiones a la velocidad con la que se producirán los cambios globales en diversos frentes. Aunque no defino aún esa velocidad para cada caso específico (lo haré en notas posteriores), advierto que el ritmo del cambio es un factor determinante y que debemos estar listos para adaptarnos rápidamente.

Comenzaré las siguientes notas con los cambios que ocurrirán antes (en mi opinión), ya que son estos los primeros ante los que tenemos que tomar nuestras medidas de protección. Y trataré de explicar las medidas que podemos adoptar, asumiendo el riesgo de la generalización (así como los de error).

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Hasta aquí llego por hoy.

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