Protección ante la tormenta
Escrito por Pablo González y Pedro Nonay, tratando de encontrar las actuaciones que podemos tomar para adaptarnos a los cambios del orden mundial.
Nota 13
Energía geotérmica – Actualización.
1 agosto 2025
Mi selección de contexto nuevo.
Antes de entrar en la materia de esta nota, comento las novedades que pueden definir el futuro tal como venimos comentando en las notas anteriores:
- USA y la Unión Europea han alcanzado un pacto sobre los famosos aranceles (noticia aquí, y en otros muchos lugares).
Esto tiene relación con lo que venimos llamando el “fichaje” de países para los bloques (el de USA y el de China). Ya están “fichados” para USA: la UE, UK, y Japón. Ahora Trump se centrará en fichajes secundarios. También puede comenzar las conversaciones con China para ver si hacen un pacto de convivencia, o una guerra comercial entre los bloques.
- Los días 6 y 7 de julio ha tenido lugar la cumbre de los países BRICS. Se le ha dado muy poca cobertura en los medios de Occidente (se puede ver algo aquí). Ha sido una cumbre mucho menos ambiciosa que en ocasiones anteriores. No han asistido ni Putin, ni Xi Jinping. El resultado es poco más que reiterarse en lo que ya venían diciendo.
Da la impresión de que están esperando “algo” antes de avanzar en sus objetivos estratégicos. Creo que ese “algo” puede ser el resultado de las conversaciones con USA. - El Congreso de USA ha aprobado la legislación sobre criptomonedas (noticia aquí). Pretenden viabilizar su uso.
Esto puede ser un importante paso para cambiar (lentamente) el orden monetario mundial. Yo veo dos consecuencias posibles:
- Se refuerza la consideración de bitcoin como activo de reserva de valor. Eso impulsará su subida de precio por tener mayor demanda.
- Se impulsa el uso de USDT (Tether) para los pagos del comercio internacional (incluso en el bloque BRICS). Como el USDT está, en teoría, respaldado por dólares, la empresa Tether será una gran compradora de deuda americana. Eso significa mayor demanda de los bonos americanos, por lo que pueden continuar subiendo su ya elevada deuda. Y pueden hacerlo sin miedo a que la bajada de tipos de interés de la Fed rebaje la demanda de bonos.
Es decir, creo que Trump conseguirá su deseada bajada de los tipos de interés. También que el dólar no perderá demasiada fuerza pronto. Eso sí, yo tengo mis dudas de que lo de Tether sea una buena cosa a largo plazo.
- Se refuerza la consideración de bitcoin como activo de reserva de valor. Eso impulsará su subida de precio por tener mayor demanda.
Ahora entramos en la materia de esta nota.
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En diciembre de 2023 escribí esta nota. Allí hablaba de la energía geotérmica como muy posible buena solución para el futuro. Decía que era necesario que avanzase el desarrollo de la perforación profunda, así como el apoyo político y económico
Me ha parecido interesante comprobar la evolución de la tecnología desde entonces. Para ello, le he aportado la nota a la IA y le he pedido que investigue sobre ella para actualizar los datos.
Lo que la IA ha dicho, en su apartado de conclusiones, se resume en que la tendencia descrita en aquella nota era acertada:
- “Tu artículo de diciembre de 2023 es en gran medida visionario y acertado en cuanto al potencial de la energía geotérmica y el papel de Quaise Energy. Sin embargo, los avances de 2024 y 2025, especialmente las demostraciones de campo de Quaise y el crecimiento de otras startups, han superado algunas de tus proyecciones, haciendo que la geotermia profunda sea más viable de lo que anticipabas”.
Como es lógico, me ha gustado lo de “visionario y acertado”. También me ha gustado equivocarme cuando dice que la geotermia profunda es más viable de lo que anticipé (ojalá todas mis equivocaciones sean de ese tipo).
Además, la IA me aportó datos nuevos e ideas con las que actualizar mi anterior nota. Eso es lo que hago a continuación, porque lo veo de alto interés.
Hay esperanza: energía geotérmica.
La energía geotérmica es una de las fuentes renovables con mayor potencial, aunque históricamente ha recibido menos atención que la solar o la eólica.
Esto está cambiando rápidamente gracias a innovaciones tecnológicas lideradas por empresas como Quaise Energy, Fervo Energy, Sage Geosystems y Eavor, que están revolucionando el panorama energético mundial.
En esta nota, exploraremos cómo la geotermia puede convertirse en una solución clave para el abastecimiento energético sostenible, con avances que hacen esta tecnología más viable que nunca.
El resumen más directo es que la energía geotérmica aprovecha el calor interno de la Tierra.
Como es sabido, se suele definir la tierra como dividida en capas (núcleo, manto, y corteza). El núcleo es algo así como una inmensa bola de fuego, consistente en hierro y níquel (ese material que tanto necesitaríamos en la superficie) a unos 5.700 grados de temperatura y a una altísima presión.
Desde el núcleo hasta la superficie, la temperatura disminuye, pero no de forma uniforme: en zonas volcánicas, por ejemplo, se encuentran temperaturas elevadas a menor profundidad.
No hay mediciones exactas, pero se estima que el calor almacenado en los primeros 10 kilómetros de la corteza terrestre contiene 50.000 veces más energía que todas las reservas mundiales de petróleo y gas combinadas. A pesar de esta abundancia, hasta 2023, solo se habían aprovechado 10.700 megavatios (MW) de capacidad geotérmica a nivel global. Sin embargo, en 2025, esta cifra ha crecido significativamente, alcanzando cerca de 16.000 MW, gracias a nuevos proyectos y tecnologías.
Pensando en esto, aparece un concepto curioso. Es el de que tenemos una fuente de energía “arriba”, que es el sol, y otra “abajo”, que es el núcleo de la tierra. Es como el cielo y el infierno de las religiones. Por cierto, las religiones, desde antes de saber de ciencia (¿o sabían algo?), definían el infierno como un lugar de fuego, que es en lo que consiste el núcleo de la tierra. Eso sí, las religiones también definen el infierno como algo malo. Tal vez ese prejuicio sea una de las razones por las que hemos investigado más el cómo aprovechar la energía del sol (el cielo), que la del núcleo (el infierno). Pero deberíamos abandonar ese prejuicio porque, aunque lejos, el núcleo de la tierra está mucho más cerca de nosotros que el sol (otra analogía religiosa: tenemos más accesible el infierno que el cielo). Creo que se trata de una gran paradoja.
El problema es que el núcleo de la tierra, aunque mucho más cerca que el sol, está a unos 5.000 km de profundidad. Como el radio de la tierra es de unos 6.500 km (redondeando), eso nos dice que esa “bola de fuego” que es el núcleo tiene un radio de unos 1.500 km, lo que nos permite tener una idea de la cantidad de energía que hay allí.
Por esa profundidad del núcleo, y dada nuestra tecnología actual de prospección, nos es imposible pensar en “llegar al núcleo” y aprovechar directamente su energía. Ahora bien, recordemos que tampoco necesitamos llegar al sol para aprovechar su energía.
Como dato, el pozo más profundo jamás perforado, el Kola Superdeep Borehole en el círculo polar ártico, alcanzó solo 12,2 km (datos aquí).
El caso es que a profundidades de entre 3 y 20 km se encuentran temperaturas de 20 a 500 °C en muchos lugares. Y eso es suficiente para generar energía útil.
Tecnologías geotérmicas
Las tecnologías geotérmicas varían según la temperatura disponible. A bajas temperaturas (20-100 °C), se utiliza para agua caliente sanitaria (ACS) y climatización, especialmente en edificios nuevos. A temperaturas más altas (>120 °C), se puede generar electricidad mediante turbinas de vapor. Hay un resumen de las distintas tecnologías aquí. También lo explican bien aquí, donde se incluye el siguiente gráfico resumen:
Por lo explicado, salvo en lugares muy puntuales (zonas volcánicas) y con la tecnología actual, a profundidades accesibles sólo podremos utilizar la energía geotérmica de baja temperatura para climatización. Eso no es poco, pero no soluciona el abastecimiento energético mundial.
Por otra parte, no quiero dejar de citar aquí el problema que genera la normativa existente, y la burocracia para optimizar estos usos. Me refiero a que, como he dicho arriba, solucionar la climatización de los edificios con energía geotérmica es algo muy accesible técnicamente. De hecho, se está aplicando mucho en los edificios nuevos. Sin embargo, en los antiguos, que son los que tienen peores aislamientos y mayores consumos, no suelen dejar aplicarla porque habría que hacerlo desde las aceras (por estar los edificios ya construidos). Y esas aceras no son propiedad del dueño del edificio, por lo que no suelen autorizarle para hacer ahí el “agujero” para acceder al calor geotérmico. Ante esto, alguien dirá que le parece lógico el argumento para denegar la licencia, pero les recuerdo que las otras energías por las que se calienta el edificio (electricidad, o gas) llegan al mismo por las aceras, aunque vengan desde otro propietario de las infraestructuras, … luego no es tan sostenible el argumento.
El gran cambio en la energía
Si se consiguiese una tecnología para hacer pozos profundos (hasta 20 km) a unos costes razonables, se podría generar energía eléctrica en base al calor de la tierra en casi cualquier lugar. ¡Tanta como quisiéramos! Y sería energía limpia y sostenible.
Quaise Energy (https://www.quaise.energy/), una empresa fundada por ingenieros del MIT, está liderando este cambio. Su tecnología combina perforación convencional con ondas milimétricas generadas por un girotrón, que es un dispositivo originalmente desarrollado para la fusión nuclear. Este “rayo” vaporiza rocas profundas, permitiendo perforaciones a profundidades antes inalcanzables.
En 2025, Quaise ha logrado hitos significativos: en mayo, demostraron su tecnología en una plataforma petrolera en Houston, Texas, perforando 3 metros en condiciones reales, es decir, aunque sea muy poca profundidad, es un experimento fuera de las condiciones de laboratorio, lo que ya es un hito. También están planificando pruebas para alcanzar 100 metros en Marble Falls, Texas, este año (noticia aquí), con el objetivo de producir vapor supercaliente en 2026 y operar una central reconvertida para 2028. Su calculador de costo nivelado de energía (LCoE) indica que la geotermia profunda podría competir con el gas natural (39-101 $/MWh) y el carbón (68-166 $/MWh).
Además de Quaise Energy, otras startups han logrado avances significativos en 2024 y 2025, lo que amplía el panorama de la geotermia:
- Fervo Energy: Ha completado su primer proyecto comercial y está desarrollando Cape Station (400 MW) en Utah, con resultados iniciales que muestran tiempos de perforación y costos reducidos, superando las expectativas del Departamento de Energía de EE. UU. para sistemas geotérmicos mejorados
- Sage Geosystems: Está desarrollando un sistema de almacenamiento de energía geotérmica en Christine, Texas, que utiliza agua presurizada subterránea como una “batería terrestre” de 3 MW, probada con éxito en 2023 y financiada con 17 millones de dólares en 2024.
- Eavor: Ha avanzado en un proyecto de circuito cerrado en Alemania, que entregará 8.2 MW de electricidad y 64 MW de calefacción para 2025-2026, demostrando la viabilidad de sistemas geotérmicos sin fracking.
Estas innovaciones muestran que la geotermia está en un “momento decisivo”.
La geotermia profunda ofrece ventajas únicas: no produce residuos, ocupa poca superficie y puede aprovechar centrales térmicas existentes, sustituyendo combustibles fósiles por calor geotérmico. Además, el agua supercrítica (a >374 °C) transporta 5-10 veces más energía que el vapor convencional, aumentando la eficiencia de los pozos, que podrían generar 25-50 MW cada uno. Más allá de la electricidad, la geotermia puede aplicarse a calefacción de distrito y procesos industriales que requieren calor intenso.
Sin embargo, persisten desafíos técnicos, como garantizar la estabilidad de pozos profundos y manejar las condiciones extremas de temperatura y presión en el régimen supercrítico. La colaboración con instituciones como la École Polytechnique Fédérale de Lausanne ha validado modelos de transferencia de calor, pero la ingeniería de materiales sigue siendo un área de desarrollo activo.
Geopolítica y energía geotérmica
La geotermia no depende de recursos energéticos localizados en países específicos, ya que el calor terrestre está disponible globalmente. Esto elimina problemas geopolíticos relacionados con la extracción o transporte de combustibles fósiles. Además, al reconvertir centrales térmicas existentes, se reduce la necesidad de nuevas infraestructuras.
Sin embargo, las perforaciones profundas requieren aceros especiales resistentes a altas temperaturas y corrosión, lo que implica el uso de molibdeno y titanio.
Las reservas de molibdeno están concentradas en China (35%), EE. UU. (21%), Chile (12%) y Perú (3%), mientras que el titanio se encuentra en Noruega (23,6%), Canadá (19,4%), Sudáfrica (12,1%), China (11%) y otros países.
Aunque no hay escasez crítica, la creciente demanda de estos materiales para otras tecnologías renovables podría generar competencia en el futuro, especialmente para el bloque BRICS+ en el caso del titanio.
El almacenamiento de energía es otro aspecto a considerar, ya que la producción geotérmica no siempre coincide con la demanda. Soluciones como transformar el exceso de energía en hidrógeno verde para su uso posterior están ganando tracción.
Un futuro prometedor
La energía geotérmica está experimentando un renacimiento gracias a innovaciones tecnológicas y un creciente apoyo político y económico.
En 2025, la inversión en geotermia creció un 85%, con proyectos como Cape Station demostrando su competitividad sin subsidios.
En EE. UU., el apoyo bipartidista y propuestas para reducir barreras regulatorias están acelerando el despliegue de proyectos. Con empresas como Quaise, Fervo, Sage y Eavor liderando el camino, la geotermia tiene el potencial de convertirse en una fuente de energía limpia, abundante y accesible en cualquier parte del mundo. Cruzo los dedos para que estas promesas se materialicen pronto, ofreciendo un alivio significativo para la humanidad en su transición hacia un futuro sostenible.
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Como siempre, agradezco comentarios en mi email: pgonzalez@ie3.org

