Revisión 2022 a «Pensando 2020»
Anexo 7
Sector inmobiliario
En la Nota 9, escrita el 13 mayo 2020, sobre el sector inmobiliario dije:
- … las construcciones existentes no encajan bien con las nuevas necesidades. Una cosa es que nos apañemos, de mala manera, hasta que podamos cambiar de casa, y otra es que el modelo encaje con el futuro.
- Si vamos al teletrabajo, no tenemos que vivir en el centro de la ciudad. Tampoco cerca de la fábrica u oficina antigua. Podemos irnos lejos (pagando menos por el m2), y buscar calidad de vida, o vivir cerca de nuestras aficiones (mar, montaña, …). Además, en esa casa más grande, podremos habilitar un despacho cómodo (pocas casas de clase media de hoy tienen espacio para eso).
- Antes los jóvenes hacían su vida en la calle. Ahora la hacen por las redes. Pasan un tiempo en sus cuartos que no es el que pasábamos nosotros. El salón de la casa ya no es el lugar común habitual para todos. Cada vez hay más horas de los chicos en sus cuartos. La tendencia es que esos antiguos dormitorios se acabarán convirtiendo en “suites”, donde tendrán espacio para su cama, y espacio para su “salón individual”.
- Por la misma razón, el salón familiar hace mucho que dejó de ser el lugar de la chimenea, con el calor común, y con la capacidad de ser el único lugar de la casa para conversar con alguien. También ha dejado de ser el lugar para ver la televisión en familia (eso ha desaparecido). Por eso el salón va perdiendo peso (m2) en favor de las “suites”, donde la gente hace su vida social sin salir de casa. Y gana peso (m2) la cocina, que todavía es algo que genera necesidad de compartir y socializar (está siendo el nuevo salón, que es la causa de los lofts).
Por tanto, sí veo futuro en el sector, pero sólo en producto adaptado a los nuevos tiempos. El otro producto sólo se podrá mirar para comprar a buen precio la “location”, y derribar pronto para hacerlo nuevo. Es decir, mala cosa para las carteras existentes, y buena para el suelo de desarrollo.
Hoy, dada la gran inercia y lentitud del sector inmobiliario para adaptarse a los tiempos (por las inmensas inversiones necesarias), es muy pronto para evaluar si las predicciones eran adecuadas. Sí digo que me las sigo creyendo. Predicción pendiente de comprobar.
Como ocurre algo parecido para casi todo lo adicional que escribí del sector inmobiliario (que es pronto para evaluar evolución), no resumo la mayoría de lo que allí dije, pero me ratifico en ello.
Eso sí, menciono algo que me parece absolutamente fundamental en el sector, y es lo que dije también en la Nota 9:
- El gran cambio es que ha cambiado el poder de la decisión. Ha pasado de arriba a abajo. Ahora son los individuos los que eligen, dado que la tecnología actual les entrega la decisión de donde vivir. Y esto que acabo de decir, tiene una importancia mucho más grande de lo que parece.
Resumiendo: Antes, el impulso de crecimiento de las ciudades era decisión política, o de inversión. Hoy es la calidad de vida de los ciudadanos que quieren vivir allí.
Tienen futuro las ciudades que ofrezcan calidad de vida. Las otras no. Eso sí, lo de calidad de vida es muy subjetivo. Cada ciudad tiene que buscar su público objetivo (nota: España no tiene malas cartas para eso de calidad de vida).
No es una predicción hoy comprobable, por ser muy pronto, pero la veo básica.